Una vez me dijeron, “no te acostumbres a lo bueno, que esa vaina no ta bien”… pero a veces me pasa lo contrario: Estoy tan robotizada a escribir en wordpad, que ni recordaba tener Microsoft Office para corregir acentos y pendejadas.
-
Desde otro punto de vista y hablando como los locos, siempre me dijeron que los momentos difíciles, alguna enseñanza dejaban, y es el fruto de quizás dos, tres, cuatro o miles frustraciones que me alegran esta tarde. Pudiera hablar de cómo muere la misma en el horizonte, o ponerte una fecha de cuando teñiré mis canas, pero al costado de todo esto, sigo sin poder cerrar la boca de tanto reír a carcajadas.
-
Quizás por eso me gustan películas como Crash, Babel o Amores Perros, sobre todo cuando se trata de ir enlazando capítulos de vida, que se gozan de nuestros propios asombros.
-
Encontrar el genio perfecto al que pueda prestar mi cerebro para convertir sueños en realidad no es fácil, pero lo he hecho, descubrir que el deseo de ver nacer nuevas pasiones, recorre mis venas galopando suavemente por un sendero rural y tranquilo me acongoja, y mis ojos se llenan de lágrimas, porque la he visto nacer.
-
Eres bienvenida a mi vida como muchas más que pronto llegarán, te cuidaré, te arrullaré, te abrazaré y te meceré, porque pudiera buscar miles de excusas para evitarte, o sentir el peso de una sociedad estúpida y enloquecida, pero prefiero degustarte y descubrir en cada segundo de tu existencia, años luz de vida para mí.
-
-
De hecho… No es tan difícil vivirlo… ya no.
Labels: celebración, felicidad