En vez de concentrarme en frustracciones tercermundistas estando en un pais desarrollado, he detallado en mi cerebro poco a poco las acciones impropias de un ser humano que ha buscado enjaular su cuerpo entre las rejas de una consecuencia maldita que desembocó a raiz de una disturbia ensemismada entre las coberturas de un domingo diferente.
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Sin poder sospechar las razones lógicamente estúpidas del veredicto de un viejo que tiene la potestad de dar el ultimatum pero pide a un principiante que tome decisiones en su lugar, me elevo hasta el hecho incongruente e infantilmente explicado por una más del juego de títeres, de que quizás todo pasa por una razón.
Sin poder sospechar las razones lógicamente estúpidas del veredicto de un viejo que tiene la potestad de dar el ultimatum pero pide a un principiante que tome decisiones en su lugar, me elevo hasta el hecho incongruente e infantilmente explicado por una más del juego de títeres, de que quizás todo pasa por una razón.
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Tremendo el sentido que se le da a pruebas que hablan por sí solas, pero que no enjuagan las venas que reciben ese líquido que en algunas clases pasadas se le fue llamado "materia gris". Y es que llego a la conclusión de que no existe en Estados Unidos.
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Pienso en lo que comentábamos en el teléfono, mientras buscábamos una razón (dentro de todas las disponibles) para no pensar en el asunto, y me doy cuenta que tengo varias, las cuales quisiera clasificarte: Hay unas a las que llamo "flash", son esas que te hacen hervir la sangre a medida que las editas y hacen cerrar unos ojos nerviosos con un toquecito salado, para luego presentar en bandeja de plata el resultado de la excelente e inédita creación.
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Existen las duraderas, que creas en un día, puede que te tomen horas pero son de las que se mantienen en tu atmósfera por meses, sin plasmar en pentagrama ni grabar sonidos, todo de la nada. Y luego vienen esas, las inconclusas, de esas tengo muchas, y en frustracciones un poco fuera de lo normal, he intentado cometer el sacrilegio de unirlas, bajo una causa y defendiendo las mismas ideas, primer error que se paga con la clausura de una libreta que olvidas por siglos en el estante de objetos inservibles pero que no tienes las agallas de echar a la basura.
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El diario vivir y los problemas hacen procesar datos en un cerebro que casi quema de incongruencia, veo rostros locos, lágrimas de frustracciones ajenas, pérdida de la dirección y como si fuera poco, de la conciencia.
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Hoy el día se viste de gris, pero con toques mágicos. Todo pasa por una razón, y el momento de ver con ojos fríos y calculadores ha llegado. Yo mientras, le echaré ganas a lo inconcluso, para hacerlo durar. Basta de malos ratos, la felicidad se vive por momentos, y éste a su vez decido yo cuando iniciarlo.
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Si mis planes deben cambiar, confío en que existe una razón lógica y de peso para contrarrestar los lamentos de mi corazón de hielo.
Labels: reflexión
