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Por un lado la misma rutina, afectándome problemas de otros, lo común de hacer lo que no se me retribuye, pasar por irresponsable cuando la culpa la llevan terceros, buscar excusas estúpidas para evitar el hundimiento de lo que hace rato ya está en el fondo del abismo sin ser mía la culpa, buscar mil soluciones a unos cuantos problemas que ya me cansan y planificar salir de lo que hace tiempo debí abandonar.
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Por otro lado te veo a ti y recuerdo cómo mis ansias de verte atrasaron unas dos horas nuestro encuentro, y a pesar de que quise esperarte despierta, me dormí en el sueño de verte. Mis ojos estaban cansados pero tu beso fue el más dulce que en meses recibí de ti. Recordé una noche en Time Square, varias tardes en un trampolín que calentaba un helado día de invierno, una noche de entrega infinita en donde unos cuantos pétalos de rosa adornaban mi cuerpo desnudo mientras recorrías una lengua hambrienta por mis partes más privadas.
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Observé un enano que ya te ve como mucho más que un amigo, al que enseñaste que unos cuantos granitos de arena un sábado entre amigos no hace daño, al que alegraste tantas horas y que hoy te buscaba para compartir contigo aquel yogurt que hoy quería comer de desayuno. Es tierna la idea de escribir versos tímidos pero una mañana como ésta, cuando aún no despierto del todo, y tu cuerpo todavía saboreo en mi boca sólo quiero recordarte, desearte y a la vez darte las gracias por tantas locuras, caricias, abrazos, juegos y caminatas diurnas.
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Dime tú...
qué hacer con tu ropa que aún retiene tu olor,
y esas sábanas que mojaste con tu sudor,
esa copa de la que bebiste,
el aroma de ese jabón líquido que compré para ti
y el alcohol que sobró en mi nevera.
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Dime tú con quién compartir la risa
de ese que se emboba de alegría cuando te ve,
los gritos de un gato de madrugada
cuando quiere salir de esas cuatro paredes
que han sido testigos de tantos orgasmos contigo.
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Decide tú a quién debo yo preparar
desayuno en la mañana
o compartir chocolate caliente,
quién se encargará
de ambientar con música mi auto
que hoy no ha podido siquiera
entonar una oda a la tristeza,
Decide tú quién me hará suya de madrugada…
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Labels: desvaríos, frustraciones
Ayi querida... que te diga, que te diga y ojala que pronto solo sean ustedes 3 en un futuro no muy lejano. Se que llevaba mucho tiempo alejada pero siempre te deseo y les deseo lo mejor. Besos.