Hasta ahora ningún cambio, de saber que ha de haberlo, he de esconderme detrás de la máscara que me impone la soledad preferida, a la estupidez de lidiar con gente vacía y sin sentido.
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Quizás porque sea año par, me parece que pasa sin sobresaltos, especial no deja de ser, tengo la dicha de celebrar dos cumpleaños súper importantes en mi vida. Vuelvo y miro el reloj, mi intención no es que pasen las horas, sino los días, quizás para que tu cuerpo me conteste y explique tantos paradigmas, tanto fatalismo ilógico y de paso me acurruque en su regazo.
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De necesitar, siempre he sido la primera en la lista, de desapegos también, aunque parezca ironía, por eso será que siempre termino necesitando. Observo de lejos el transcurrir de las personas, sus acciones, decisiones y un tumulto de ideas vagas que me hacen volver a una realidad absurda pero clara.
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El ser humano tanto que ama… y mata. Mata corazones y sueños, que al final nos hacen más fuertes, pero fríos. Un sábado que transcurre tranquilo, sin sobresaltos, y me encanta tener todo premeditado, ya no estoy para tonterías y sin sentidos… en realidad, creo que ya he sufrido demasiado.
Labels: reflexión
Hablar de ese ser tan paradójico que es el ser humano resulta aveces confuso, es como hablar de amor, distancia, espera y tiempo, de días que pasan a paso de hormiga que torturan dos cuerpo que se aman y se desean con ansias.
Marzo trae viajes, fiestas, noches de alegría y gozo( y se goza sin ropa), celebraciones, brindis, planes, Marzo Trae AMOR en todo el sentido ancho y completo de la Palabra.